jueves, 7 de noviembre de 2013

NUEVAS COORDENADAS

La sirena es un mamífero marino con vocación deambulatoria. Este blog ha cumplido ya una fructífera travesía por aguas literarias y agradece la fidelidad y afecto con que lo habéis visitado.
Os invito a transitar por mi nuevo diario de lecturas, donde se recogerán algunas de las reseñas y artículos de este sitio y se irán añadiendo las que a partir de ahora escriba:




Para los que gustéis especialmente de la poesía y su alianza con la imagen, seguiré navegando en la  misma dirección de Facebook:




Y para los prefiráis asomaros a un caleidoscopio de imágenes, estaré en mi álbum de fotografía, ilustración y artes visuales en Facebook:




Muchas gracias a todos. Especialmente, como siempre, a los náufragos. 

domingo, 23 de junio de 2013

VERANO

Imagen: Mariana Palova 



SOLSTICIO DE VERANO

¿Qué arde en estas hogueras de ti?

¿Qué ha ardido, con exactitud,
a lo largo de tus años 
en todas las hogueras 
rituales del solsticio?

Muñecos paródicos 
colgados de un alambre,
sobre las llamas góticas.

Noche de junio densa 
como una fiebre,
con su luna de gala.

Noche del no ser nadie,
en multitud.

Las llamas en los ojos,
los ladrones del fuego.

Verano que ahora vuelves,
acuérdate por hoy 
de quienes fuimos.

Dinos algo.

Benítez Reyes, Felipe, Las identidades. Madrid: Visor, 2012

jueves, 30 de mayo de 2013

EL INVENTARIO DE LA MUERTE

Imagen: Ken Keirns


EL INVENTARIO DE LA MUERTE

Al alquimista una fuga lenta de soldados
solicito, un solo golpe para mí
con amigas almas que se incendian para nadie
y la fiera sorda del cuerpo
a veces ya patria o ya derrota que conozco
sin derribos.
      Puedes empezar a decir
                                        ¿y la intemperie?
             Puedes empezar a tocarte las manos.
Que no vendrá una guerra de treinta años a llevarte,
no vendrá mi voz con presagios y terrazas
a perderte.
                       Es la alegría de mis uñas sucias,
el olor de la piel y los zapatos de estratega
que no abandonaré, que no
abandonaré
en las llamas aunque ardas
para nadie
con un verso de urgencia y largo olvido en la garganta.
Al alquimista
dadle
el fuego, para mí el cuerpo extranjero
que no conoce mi país de penas
donde los cónsules del cieno se aburren libremente
con muchachos dulces que no saben
besar.

Castro, Luisa, Los versos del Eunuco. Madrid: Hiperión, 1986.

domingo, 19 de mayo de 2013

GABRIEL

Imagen:  Gervasio Gallardo


GABRIEL

Llámame como quieras, el viento que manchado por un revólver
es ahora un trineo imaginado por el arte posesivo del amanecer.
Llámame Gabriel Sherover, la memoria contemporánea, las piedras
de la Intifada, aquellos cuyas palabras aún caminan sobre las aguas
del Tiberíades. Llámame lo que se desvanece por los caminos
del prólogo a la Anunciación, un fragmento del mar de los límites
en los dormitorios de Galilea. Llámame de cualquier forma
relacionada con lo que terminó mal, las coaliciones
entre el monólogo rural del resentimiento y la felicidad burguesa.
Llámame ningún hombre, ninguna mujer que baje la cabeza
Sumergida bajo el tiempo de la noche en el dormitorio de
las aguas.
Llámame la fosforescencia, el avistamiento de los huesos del amor
en los enterramientos tachados en los libros sagrados. Llámame
multiplicación de los panes en la colina mojada por la mordedura,
el reparto de camas en el kibutz durante la adolescencia de
lo impensado.
Llámame como te llamarías a ti mismo si no hubiera existido
el olvido,
la azuela, el cuenco de letras con el pensamiento de la penalidad.
Llámame Veneración y llámame el que Resiste, esa negrura
de la ortodoxia en el hotel de las penúltimas irrealidades.
Llámame lo que extraviado es falso fuera de la mayúscula
hermética
la existencia del paisano Cristo que multiplica el reproche,
los panes
los viejos peces de la confianza respirando el olor de Dios en
la oscuridad.
Y tú, Gabriel Sherover, habitado por el absoluto bajo algún olivo
recuerda que toda noche es pequeña y que yo he dormido contigo. 

Mestre, Juan Carlos, La bicicleta del panadero. Madrid: Calambur, 2012.

lunes, 13 de mayo de 2013

DE POLVO VIEJO

Imagen: Robert y Shana Parkeharrison


DE POLVO VIEJO

De polvo viejo está hecha la arena del conocimiento.
En la distancia la selva del idioma. La impotencia
de la mentira en la memoria del lenguaje.
El recuerdo como si la palabra atara la sangre a la tierra
o como si los silencios fueran la sangre.
Un día y otro entre las embestidas del tiempo
intentando ser amable. Yo ya no huyo,
mas el verso dicta la nada y el remordimiento
me clava los ojos al azul del cielo.
El verso son estacas inexistentes,
el viento que acaricia los cabellos más allá de ti.
También hubo un lienzo de oscuridad
que nos alzó a la felicidad momentánea.
Y una taberna donde las figuras fueron noche
como había puertas que abriste con la boca.
Y al asalto de aquellos placeres la alambrada
se hizo sueño frente al silencio de una de aquellas puertas.
Yo ya no huyo. Me acepto con humildad y cuento,
una tras otra, las huellas que dejó la sangre.
No se trata de renegar de lo que hicimos,
pero tampoco de olvidar que fuimos olvido para ser felices.


Murua, Kepa,  Poesía sola, pura premonición. Castellón: Ellago, 2010 

martes, 7 de mayo de 2013

LA SOLEDAD DEL CORREDOR

Imagen: Luis Beltrán


LA SOLEDAD DEL CORREDOR

El camino se agota si no parto.
Al fondo,
donde no empieza nada, donde nada termina,
sigo de pie esperando.
El relevo no llega
y la meta se aleja con la muerte.

Mis sucesivos yo alimentan el polvo.

Hoy es el día, lo sé desde el origen,
llegaré sin esfuerzo
hasta el lugar más próximo,
sabré que aquellos ojos que miro
son los míos,
que aquel rostro es mi cara de mañana,
que sólo con tocarlo se romperá el espejo
y ocuparé su sitio hasta el próximo encuentro.

Pero ocurre que al que llega no le importa
y el que espera ha perdido la memoria.

Leyva, Waldo. Breve antología del tiempo. Granada: Cuadernos del Vigia, 2008.